domingo, 30 de mayo de 2010

Comida y combustible


Con la mayoría de los biocombustibles puede extraerse la energía y aún queda el alimento, que suele utilizarse como pienso para el ganado. En el caso del etanol el valor alimenticio mejora: la pasta que queda tras la destilación es más nutritiva que el grano original sin procesar, gracias a la levadura. Con el biodiésel, tras la extracción del aceite queda una torta con muchas proteínas. De nuevo, dependiendo de la semilla, suele ser muy nutritiva, y es buena para alimentar al ganado.

En los países pobres la producción local de biocombustibles a partir de los cultivos de la zona, donde sea apropiada, puede acabar con la dependencia y el gasto en combustibles importados, mejorar la autosuficiencia de la comunidad, y ayudar a la creación de puestos de [Image]trabajo. También puede terminar con la dependencia de la leña, que suele ser escasa y causa graves problemas de salud por el humo dentro de las casas. Y, como se dijo más arriba, los cultivos para biocombustibles pueden mejorar la producción de alimentos, en vez de reducirla.

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